Tradicionalmente las gentes de Alcalá del Júcar, han sido personas a pegadas a la fe. Esto es así tanto por la participación en actos religiosos como por la construcción a lo largo de los siglos de diversas ermitas. Hoy en dia quedan unas cuantas de entre mas de diez que han existido a lo largo de la historia de Alcalá del Júcar.
La mas importante para Alcalá del Júcar a lo largo de los tiempos ha sido la de San Lorenzo Mártir, que hoy en dia todavía existe y se encuentra en el margen derecho del río Júcar y a 3 kms. de la Villa. Las fiestas patronales son en honor de este santo.
A la salida de Alcalá del Júcar, en el camino de Ayora, también existió la ermita de San Roque, construida a principios del siglo XVI, siendo esta de gran devoción ya que este santo les libró de una epidemia de peste.
La tercera ermita de la que hay constancia en los tiempos de Felipe II era la dedicada a San Jorge existe documentación el cual se refiere a que un cáliz de esta ermita, se esncontraba en la de las Casas del Cerro.
Otra de las ermitas más antiguas de Alcalá del Júcar, fue la de Santa Quiteria, ubicada en una punta de piedra en la falda del peñón del castillo, la actual iglesia de San Andrés se levanta sobre sus cimientos.
La quinta ermita de las existentes a finales del siglo XVI, es la que está en la aldea de Las Eras, bajo la advocación de San Gregorio, hoy en día es la actual iglesia de esta pedanía.
La ermita de San Cristobal también estaba situada en Las Eras. Como San Cristobal es el patrón de los viajeros, es evidente que habría que poner esta ermita en relación con el Camino Real junto a la cual pasaba.
En Zulema aparece la ermita de San Isidro, que aparece en las crónicas más antiguas bajo la advocación de La Purísima Concepción. Esta siempre dependió en lo eclesiástico a la aparroquia de Alborea.
Con el paso del tiempo Alcalá del Júcar fué aumentando el número de ermitas hasta otras siete más, como la consagrada a Nuestra Sñora de los Desamparados, ubicada a la salida de la Villa y su puente, lo que hoy sería La Rambla.
Otra de las más importantes fue la del Señor San Pedro, que se hallaba socavada en un peñón, lugar donde finalizaba el viacrucis de la Semana Santa. Hoy en día, sobre ella, está la plaza de toros.
En el castillo se encontraba la dedicada al Señor San Blas y ya fuera del casco urbano en la aldea de La Gila, la de San Antonio de Padua, en Las Casas del Cerro dedicada a Jesús de Nazareno y en Tolosa a San Ildefonso.
Del mismo modo que la fe de los alcalaeños las hizo construir, con el paso del tiempo fueron desapareciendo la mayoría de estos santuarios y hoy en día son muy pocas las que se conservan y se podrían visitar.
casas rurales «Casas del Herrero»
Tolosa-Alcalá del Júcar
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